domingo, 8 de noviembre de 2009

El muro

Osvaldo Fasolo

Ven, yo invito a bebernos el uno al otro,
a tragarnos de tal forma
que ni el aire quede afuera.
ven, te invito a derribar la pesadez del muro
que para nada sirve, por ser muro.
Ven, estoy queriendo que tu piel me alcance,
esa piel, que próxima y distante para mí.
Tiene fuerza de palabras
y dice lo que no dirás, ni dices,
cada vez que te vienes, cuando vienes,
si es que vienes...
Apúrate, que ya no queda tiempo,
y en esta espera, hay algo que se atraza.
Apúrate, que como el húmedo vacío de un bostezo
el corazón puede quedar vacío.
Después, ya nada será fácil,
como no es fácil devolver la llama al fuego
que se ahoga en la tormenta.
Por eso, yo invito a bebernos el uno al otro,
a tragarnos de tal forma, que ni el aire
de los aires quede fuera.
Ahora ya puedes entender si grito, muerdo,
estallo y sangro.
Ven pronto, te exijo derribar el muro,
porque todo amor de lejos, si es que existe...
¡es de cobardes!