martes, 31 de mayo de 2011

Verguenza

Gabriela Mistral

Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa

como la hierba a que bajo el rocío

y desconocerán mí faz gloriosa

las altas cañas cuando baje el rio.



Tengo vergüenza de mí boca triste,

de mí voz rota y mis rodillas rudas

Ahora que me miraste y que viniste,

me encontré pobre y me palpe desnuda.



Ninguna piedra en el camino hallaste

mas desnuda de luz la alborada

que esta mujer a la que levantaste,

porque oíste su canto, la mirada.



Yo callare para que no conozcan,

mi dicha los que pasan por el llano,

en el fulgor que da a mí frente tosca

y en la tremolacion que hay en mí mano



Es noche y baja a la hierba el rocío;

mírame largo y habla con ternura,

¡que mañana al descender al rio

la que besaste llevara hermosura!