miércoles, 18 de febrero de 2009

LO QUE YO QUIERO

Héctor José Díaz

Que nadie me conozca y que nadie me quiera.
Que nadie se preocupe de mi triste destino.
Quiero ser incansable y eterno peregrino
que camina sin rumbo porque nadie le espera.

Que no sepan mi vida, ni yo sepa la ajena.
Que ignore todo el mundo si soy trizte o dichoso.
Quiero ser una gota en un mar tempestuoso
o en inmenso desierto, un granito de arena...

Caminar mundo adentro sólo con mis dolores.
Nómada, sin amigos, sin dolor, sin anhelos,
que mi hogar sea el camino, y mi techo sea el cielo
y mi lecho las hojas de algún árbol sin flores...

Caundo ya tenga polvo de todos los caminos.
Cuando ya esté cansado de luchar con mi suerte,
me lanzaré en la noche sin luna, hacia la muerte.
De donde no regresan jamás los peregrinos.

Y morir una tarde cuando el sol triste alumbre,
descendiendo un camino, o ascendiendo una cumbre,
pero donde no haya quién me pueda enterrar.
Que mis restos ya polvo lo disipen los vientos,
para que cuando ella sienta remordimientos,
no se encuentre mi tumba, ni se pueda rezar.

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